Después de
varios meses de entrenamiento pateando la era, la sierra y las
pistas, nos ponemos rumbo a Sevilla el 24 de febrero a las 6 de la
mañana con 0 grados de temperatura y las mochilas cargadas de
ilusión. Muy a nuestro pesar quedamos en Calamonte a nuestros
compañeros Carlos y Emilio, que tienen la mala suerte de lesionarse
solo unos días antes de la prueba.
Llegamos a
Sevilla poco antes de las 9, Manuel, Mingui, Diego, Mª Jose,
Antonio, Pepin y Dani. Allí nos está esperando Luisve con su
familia. Hace un día espléndido, ni pizca de viento, cielo
despejado y un poquito de frío. Nos colocamos la equipación, vamos
al guardarropa a dejar las mochilas, hacemos un pis, unas fotos y son
casi las 9.
Corriendo al
último cajón de salida, que es el nos ha tocado en suerte ó el que
nos merecemos. Cuando nos damos cuenta estamos echando a correr,
¡comienza la maratón!
42,2
kilometros totalmente planos, sin viento, temperatura ideal. Vamos
pateando Sevilla, el recorrido fantástico, la organización
estupenda (avituallamientos cada 2,5 km., agua, aquarius, esponjas,
naranjas, plátanos, frutos secos, barritas, …) y mucho público
volcado con los atletas durante todo el recorrido.
Después de
pasar por la Maestranza, Giralda, estadio Benito Villamarín,
Parque María Luisa, Plaza España, además de otros lugares de los
que no conozco su nombre , y tras las peripecias personales de cada
uno durante la carrera, vamos llegando a la meta situada en el
interior del Estadio Olímpico. Manuel y Mingui en 3h24min son los
primeros en cruzarla (son los máquinas), Dani llega con problemas
estomacales en 3h30min (una pena, de estar bien podía haber bajado
de 3h20min, seguro). En 3h34min llega Pepín (un tiempazo y mucha
satisfacción). Al cumplirse las 3h51min cruzan la meta Luisve,
Antonio y Diego, los tres bastante agotados por distintos motivos,
pero orgullosos por el compañerismo que se demostraron en los
últimos kilómetros. Por último llega la amazona del grupo, la
incombustible Mari Jose en 4h26min también con alguna mala
sensación, pero completando su segunda maratón.
Y eso es
todo, o casi todo, porque mientras algunos se duchaban, al que
escribe (Diego) todavía le quedaba pasar un último episodio en la
enfermería del estadio debido a una bajada de azúcar. Después,
camino de vuelta a casa, parada a comer por el camino y un café al
llegar en el Weke.
Una
experiencia inolvidable con un pequeño gran grupo de amigos. Ahora a
recuperar y a Sevilla en 2014.
Como me disteis envidia ese dia, estuve viendo la carrera por internet. Lastima que no hos pude acompañar, despues de estar los ultimos tres meses con vosotros preparando la maratón llega el ultimo entreno y me "jodo".
ResponderEliminarEn fin otro año será y enhorabuena a todos.
Fdo: Emilio Macias